¿Y que pasa con los españoles II?

Sin embargo, como todos sabemos, la década de los 30 no fue una década fácil para España. Los disturbios durante la II República, la Revolución de Octubre de 1934 y, finalmente, la Guerra Civil, hicieron mella en todos los aspectos de nuestra sociedad, incluido en el académico. Tras haber sido nombrado en 1931 Rector de la Universidad Central de Madrid y miembro de la Oficina Internacional de Pesos y Medidas, el estallido de la guerra le obliga a refugiarse en Francia, ocupando un cargo beneficiado por Pieter Zeeman hasta que, en 1939, y como a todos los hombres importantes nombrados durante la República, se le destituye en nombre del Gobierno de Franco, junto a otros catedráticos de renombre. Visto en esta situación decide, en 1941, tras terminar su trabajo en París, exiliarse a México, donde entraría como profesor de Física Atómica en la Universidad Nacional Autónoma del país.

Pese al exilio, en los últimos años de su vida, Blas Cabrera siguió activo en la comunidad científica y fue nombrado organizador del Congreso Solvay. Sin embargo, el comienzo de la II Guerra Mundial obligó a retrasar las reuniones y Cabrera murió en 1945, aun exiliado, sin poder asistir a las conferencias.
Resultado de imagen de MEXICO
Y al final el resultado ha sido el mismo… Como siempre en nuestro país, los grandes hombres quedan enterrados por los sinvergüenzas. A día de hoy, Blas Cabrera es recordado únicamente en el ambiente educativo de la universidades madrileñas, donde hay aulas a su nombre y un premio de investigación; pero la gente de a pie, e incluso los interesados en la ciencia, suelen desconocer su nombre, así como la tarea que este físico español llevó a cabo en las primeras décadas del Siglo XX.
Resultado de imagen de EEUU

Como último dato curioso, decir que la progenie de Cabrera no fue insignificante. Uno de sus hijos siguió sus pasos y ocupó una Cátedra de Física en la Universidad Estatal de Virginia (EE.UU.). A su vez, el nieto de este, también llamado Blas Cabrera, es profesor de Física en la Universidad de Stanford (EE.UU.) y en la última década se ha visto envuelto en la polémica porque ostenta el dudoso título de haber sido el único científico del mundo que ha sido capaz de detectar un monopolo magnético en solitario. Sin embargo, sus cálculos indican que habría que esperar treinta años para que otra de estas partículas cruzase el detector… y aquí seguimos esperando.
Resultado de imagen de Albert Einstein

Comentarios

Entradas populares